Hachiko un Akita Inu

Mucha gente es conocedora de esta increíble historia de fidelidad del perro a su amo, incluso con dos películas una Japonesa de 1987 y otra Americana de 2009.
La raza de este magnifico perro es Akita Inu, es un monumento nacional en Japón, pero aquí en España no corre la misma suerte ya que esta clasificado en el registro de razas altamente peligrosas.
Lo que me sorprendió bastante ya que no hay ninguna referencia de agresividad en esta raza de perro.

Hachiko era un Akita de color blanco, nació el 10 de Noviembre de 1923, y fue adquirido por el profesor Eisaburo Ueno, como regalo de bodas de su hija, ya que tener un Akita significa buena prosperidad.

Pero Ueno le cogió demasiado cariño y decidió quedarsele el, entablando así un lazo especial con el perro que todos los días le acompañaba hasta la estación de Shibuya donde este cogía el tren hasta la universidad, y de la misma manera volvía a buscar a su amo al mismo lugar.

Pero a los dos año el profesor murió por un infarto de miocardio en la universidad y nunca mas regreso, pero Hachiko al igual que todos los días seguía esperándole en el mismo lugar.

A la muerte del profesor, su mujer decidió vender la casa y entrego en perro a unos familiares, pero este se escapaba regresando a su antigua casa, donde no fue tratado muy bien por los nuevos inquilinos.

Y como siempre a esperar a su dueño a la estación de Shibuya.

Los nuevos dueños hartos de que el perro se escapar, se le volvió a entregar a la mujer del profesor, que lo volvió a regalar a un antiguo amigo del profesor, pero este tampoco corrió muy buena suerte ya que a los dos días también falleció.

Hachiko volvió a escaparse nuevamente en busca de su amo, siempre en la estación de Shibuya, durante nueve años estuvo yendo al mismo lugar, donde le había visto irse por ultima vez.

Se hizo tan popular entre todo el mundo que en 1937 ordenaron construir una estatua en su honor, en el mismo lugar donde Hachiko esperada, estando presente el perro el día de la inauguración.

Un año mas tarde Hachiko moriría en Shibuya, por filariasis.

Los restos de Hachiko fueron enterrados junto a su amo en el cementerio de Aoyama, pero poco después su cuerpo se recogió para exponerlo en el Museo de ciencias naturales de Tokio en Ueno, donde actualmente se puede visitar.