El ser humano, siempre se ha creído libre, la especie dominante de este mundo de locos.
Pero en realidad es débil, con unos estereotipos y normas obsoletas. Que no tienen cabida en un mundo, que a pasos agigantados, intenta modernizarse sin ningún resultado evidente.
Quienes pensamos que nos gobiernan, y tienen el mando de la sociedad, en realidad son marionetas de la sociedad.
El mas poderoso, quien amaso su mayor fortuna en el pasado, nos dictamina los pasos que debemos de seguir.
Siempre en la sombra no quiere ser descubierto, si lo hiciera la pantomima, en la que ha vivido toda su vida se destruiría.
Así sus muñecos, los que ha dominado durante años, se mueven al son que el dictamina.
Nuestro cometido, en este mundo siempre ha sido la destrucción.
Nos dotaron con los dones de la avaricia, la ira, la envidia, la soberbia...
Una bomba en nuestros cuerpos, que explotara a la menor reacción, con un simple roce entre nosotros.
Eliminamos, aquello que no nos agrada, no nos importa el precio, nos destruimos entre nosotros.
Nuestra diversión, es el sufrimiento, somos insaciables en ese aspecto, cuanto mas nos dan mas nos gusta.
Siendo en definitivamente nosotros mismos quienes sufrimos las consecuencias.