Hay personajes en la historia que deciden pasar de puntillas, y borrar toda presencia de este mundo.
Es el caso de la Archiduquesa roja, Isabel María de Austria, fue la única hija del kronprinz Rodolfo, heredando de el su carácter soñador y ansias de libertad.
Infeliz en los primeros años de matrimonio, decidió poner fin a este, buscando la ayuda de aquellos que habían sido su familia. sin obtener esta, ya que había renunciado a sus poderes monárquicos con anterioridad.
Este pequeño incidente, le hizo romper con cualquier lazo por ínfimo que fuera con los Habsburgo. Algo que una vez instaurada la república en Austria la beneficio consiguiendo mantener intacta su fortuna.
Compartió ideales socialistas con quien fue su compañero los últimos años, llegando a formar parte ambos del partido socialdemocrata de Viena.
A su muerte dono toda su fortuna a la ciudad. Todos aquellos recuerdos que habían formado parte de la famila Habsburgo eran devueltos al pueblo.
Como último deseo descansa en el cementerio de Hütteldorf en una tumba sin ningún tipo de inscripción.